Como todo niño que nace en un contexto de plena vulnerabilidad, Sergio no recibió palabras de aliento ni el acompañamiento que merecía una de las etapas más importantes de la vida. Como consecuencia, decidió dejar el colegio, al igual que lo habían hecho sus hermanos.

A pesar de ello, encontró una voz compañera en Fundación CUBA donde aprendió que sus decisiones solo lo afectaban y perjudicaban a él mismo y nadie más. Es por ello que eligió finalizar sus estudios secundarios y luego, continuar entrenando Hockey. Hoy se encuentra cursando la carrera universitaria de Psicología, trabajando como Acompañante Terapéutico y Entrenador de Hockey.

Sergio, en la Fundación no solo halló un espacio de contención, sino un lugar donde aprender los valores que no habían sido inculcados desde su hogar debilitado y atravesado por inconvenientes económicos y conflictos afectivos.

Seguimos reivindicando el enseñar desde el estar en cada etapa de los chicos a través del juego, la amistad y el incentivo a superarse día a día.